Actualmente vivimos en un mundo donde el caos lo encontramos a diario, las crisis económicas proliferan como arroz en el campo. Estamos cada vez viviendo en un entorno más competitivo, en el cual las empresas son guiadas por gerentes que ostentan cartones de importantes universidades pero que realmente solo se dedican a ejercer labores gerenciales más no de líderes.
La única esperanza para lograr un futuro mejor en donde las crisis económicas sean cada vez más sutiles y el entorno competitivo sea llevado a algo más cercano al ideal planteado por “John Nash” en su teoría de juegos, en donde el mejor resultado a largo plazo es donde pensamos y establecemos estrategias en base al ganar ganar y es aquí donde entra el concepto de líder, porque éste será quien oriente a las organizaciones y a su entorno a visualizar y a encontrar el camino en el cual se va a generar un clima generalizado de estabilidad económica, laboral e incluso personal, cosa que nunca va a ser lograda dado el caso que sigamos siendo liderados solo por títulos e infinidad de cartones.
Para empezar destaquemos las diferencias entre un gerente y un líder:
Como lo explicó Peter Drucker en su libro "The Effective Executive", el rol del gerente no debe de ser “exprimir” como un limón a sus empleados, sino hacer de cada uno de ellos un perfil mucho más productivo y efectivo para que puedan seguir haciendo carrera y desarrollen nuevas habilidades y conocimientos conceptos que son más cercanos y van direccionados a lo que realmente sería un líder.
Con lo anterior mencionado las personas que estamos en busca del camino de convertirnos en futuros líderes nos veremos forzados a resetear nuestro chip comenzando a visualizar futuros, estar más pendientes de nuestro entorno y adquirir distintas capacidades y aptitudes que nos conduzcan a ver a las personas como herramientas y piezas claves para el funcionamiento organizacional.
Por: Pedronel Giraldo Borrero
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